Felicidades colegas, que al igual que yo,

tocamos la psiquis, los procesos cognitivos

y el alma humana, adentrándonos en las emociones

y conductas del ser, con escucha, atención e intervención.

Un honor y un privilegio…

aplicar la ciencia al bienestar humano,

descartando creencias limitantes,

llevando bienestar y tranquilidad al alma y al entorno.

Una labor interminable, un reto al conocimiento

propio y ajeno que no se detiene, más bien,

compromete y nos conduce a la investigación continua

de la mente y la conducta.

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